Las empresas de economía social juegan un papel importante en el desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas
Las empresas de inserción, como parte de la economía social, juegan un papel fundamental en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en la Agenda 2030. Se trata de un plan de acción que tiene como fin generar un crecimiento compatible con la salud del planeta a nivel global, que asegure un reparto más equitativo de la riqueza, fortalezca la paz universal y ofrezca mejores oportunidades de vida a todas las personas y un mayor acceso a la justicia.
Esta agenda global está compuesta por 17 objetivos con los que están comprometidos los Estados, la Unión Europea, las Organizaciones internacionales y los actores de la economía social, entre los que se encuentran las empresas de inserción. Estas contribuyen especialmente a la consecución del primer, el octavo y el décimo punto de esta lista: el fin de la pobreza y la exclusión social; la promoción del crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos; y la reducción de la desigualdad en y entre los países.
La economía social se encuentra en el centro de esta estrategia global y ocupa un papel protagonista en las principales iniciativas estatales a favor de la Agenda 2030, tanto a nivel internacional como a nivel estatal. La Estrategia Española de Economía Social 2017 – 2020 es una de las medidas adoptadas por el Gobierno como parte de su «Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030: Hacia una Estrategia Española de Desarrollo Sostenible» con la que se pretende acelerar los ODS.
El modelo empresarial de la economía social, basado en la participación, la solidaridad y en dar respuesta a las necesidades de las personas, promueve un desarrollo inclusivo desde y para los territorios, que transforma la comunidad donde surgen estas empresas y responde al mismo tiempo a retos globales. Todo ello hace que estas empresas y entidades hayan estado siempre y estén a la vanguardia de los nuevos patrones de producción y consumo que contribuyen a generar paradigmas de desarrollo socioeconómico más justos y equitativos. Además, la economía social es un actor del sector privado reconocido en las políticas españolas de la Cooperación al Desarrollo que están en el centro de la Agenda 2030.